Grande J. MORAL. Nuevo ORO, esta vez en la especialidad 5 quillas

En la localidad de Burguillos, el domingo 16 de abril de 2023, se disputó el campeonato de Andalucía de la especialidad 5 quillas.

Doce jugadores compitieron por alcanzar el primer lugar de la clasificación, organizados en grupos de tres. Accedían a la siguiente eliminatoria los dos mejores de cada grupo.

En cuartos quedan fuera el jugador del Baeza, Emilio Torres (4º en el ranquin) y Néstor Daddetta (nº 3). Este fue derrotado por su compañero de club Rafael Gutiérrez, quien por primera vez participaba en un campeonato de esta modalidad.

Para semifinales continúan Javier Moral, Rafael Gutiérrez y los hermanos Federico y Alejandro Pérez. Sorprendentemente, Alejandro y Federico caen eliminados ante Moral y Gutiérrez, respectivamente. Decimos con sorpresa porque partían como favoritos. De hecho, fueron subcampeones en el Primer Campeonato de España de 5 quillas celebrado en Baeza el año pasado; y Alejandro fue campeón, también en Baeza, en 2021.

Final, por tanto, entre Moral y Gutiérrez. Desenlace apretado y muy interesante, pues tuvieron que agotar cinco sets para resolver quién sería el ganador; triunfo definitivo que recayó en nuestro representante, Javier Moral.

Por consiguiente, Javier Moral se adjudica el título; Rafael Gutiérrez, el subcampeonato; y los hermanos Pérez, terceros.

Enhorabuena a todos.

Como valoración final, sería adecuado recordar (mayormente para los no iniciados en esta actividad) que 5 Quillas es un deporte muy arraigado en Italia y algunos países hispanoamericanos, y poco a poco va ocupando un hueco importante en España. Es una atractiva y complicada especialidad; sobre todo, para el árbitro. Hay que contar puntos por quillas derribadas (con distintos valores cada una en función de la jugada), por carambola conseguida, por bola contraria contra bola roja, por faltas, por penalización, que conlleva anotar puntos al jugador contrario.

Esencialmente, el objetivo es lograr el mayor número de puntos derribando con la bola contraria los máximos palillos (quillas) posibles, colocados en el centro de la mesa, a la vez que se intenta dejar obstaculizada por las quillas la bola del adversario, con el fin de que este solamente pueda jugar contra la banda. Esta particularidad requiere un conocimiento exhaustivo de diferentes técnicas.

Sin duda, es un compendio de las modalidades libre, banda y tres bandas; por tanto, se debe analizar con precisión la trayectoria de la bola contraria, los contraefectos, y tener dominio sobre la bola jugadora para evitar que esta derribe quillas, cuyos valores traducidos en puntos pasarían al marcador del oponente.

Es un juego muy defensivo, muy táctico y estratégico, con variadísimas opciones para cada tiro en función de cómo vaya transcurriendo el partido. Quizás no sea divertido ni por supuesto espectacular, como las tres bandas, pero sí interesante y dinámico. Es muy participativo, pues los deportistas intervienen alternativamente, una vez cada uno. El jugador que espera su turno observa continuamente la actuación de su rival, lo que implica una gran concentración.

Izquierda, Rafael Gutiérrez (subcampeón); derecha, Javier Moral (campeón)